He visto luciérnagas moradas volando en pleno Enero como si no pasase nada, me han dado ganas de volverme valiente a mi también, hacer como si todo hubiese sido un sueño y tú siguieses durmiendo a mi lado.
Apareciste cuando llevaba mi corona de orgullo, aprendiste a amar mi imperio de ruinas, y quizá por eso mi libertad te eligió a ti para compartir su reino. Ibas por el mundo a la deriva hasta que una madrugada floreciste y los acordes se convirtieron en tus súbditos. Pagaste el precio de mis miedos y ahora mis sueños no dejarán de pronunciar tu nombre. Y por eso de vez en cuando me tomo el derecho de unos celos de los que reniego por un ego que no cabe por mis lagrimales.
Desnudarte significaba disfrutar de todas y cada una de tus curvas incluso las de tus interrogantes.
Idiota de mí buscando el placer en tu vagina cuando tenías orgasmos infinitos en tu sonrisa. Mi melatonina folla casi tan mal como tú y eso me hace echarte un poco menos de menos.
Y sé que jamás encontraré a otro puto huracán que ponga tanto empeño en destruirse la vida para intentar arreglársela al resto. Supongo que cada uno vive como puede y quererte es jugarse la cabeza. Agua y fuego sólo forman humo y eso fuimos nosotras, una paradoja hecha recuerdos.
Desnudarte significaba disfrutar de todas y cada una de tus curvas incluso las de tus interrogantes.
Idiota de mí buscando el placer en tu vagina cuando tenías orgasmos infinitos en tu sonrisa. Mi melatonina folla casi tan mal como tú y eso me hace echarte un poco menos de menos.
Y sé que jamás encontraré a otro puto huracán que ponga tanto empeño en destruirse la vida para intentar arreglársela al resto. Supongo que cada uno vive como puede y quererte es jugarse la cabeza. Agua y fuego sólo forman humo y eso fuimos nosotras, una paradoja hecha recuerdos.
¿Y ahora qué cojones hago yo con los Domingos?

No hay comentarios:
Publicar un comentario