Tú y yo a las tres de la mañana en bragas contra el mundo, hablando de planes que no dicen nada pero que podrían salvarnos a la una de la otra. Y mientras, me difumino pensando que la luz que se cuela entre las rendijas de mis persianas son estrellas fugaces y pido dos deseos por cada una.
Sé que algún día la poesía contará nuestra historia, pero mientras me vengo de ella concluyendo mis rimas asonantes con tus vértebras, para que se ponga celosa y me quiera un poco más que tú, pero da igual porque se me corre hasta la gramática cuando hablo de ti. Luego me doy cuenta de que masturbar a mi guitarra mientras pensaba en ti es lo más cerca que he estado esta semana de hacerte el amor.
A veces hago alarde de unos modales que no tengo y hablo en forma impersonal por cortesía a tus legañas. Curiosa antítesis: morir ahogada en tu saliva y que tu olor entre mis uñas sea mi salvavidas para seis días más. Y todo esto porque me has prometido hacerme protagonista de tu pequeño infierno personal y una orgía con todos tus álter egos. Entonces, entiendo que toda esperanza puesta en nosotras representa el suicidio de la racionalidad.
Sé que algún día la poesía contará nuestra historia, pero mientras me vengo de ella concluyendo mis rimas asonantes con tus vértebras, para que se ponga celosa y me quiera un poco más que tú, pero da igual porque se me corre hasta la gramática cuando hablo de ti. Luego me doy cuenta de que masturbar a mi guitarra mientras pensaba en ti es lo más cerca que he estado esta semana de hacerte el amor.
A veces hago alarde de unos modales que no tengo y hablo en forma impersonal por cortesía a tus legañas. Curiosa antítesis: morir ahogada en tu saliva y que tu olor entre mis uñas sea mi salvavidas para seis días más. Y todo esto porque me has prometido hacerme protagonista de tu pequeño infierno personal y una orgía con todos tus álter egos. Entonces, entiendo que toda esperanza puesta en nosotras representa el suicidio de la racionalidad.

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