En Marzo los labios se nublaron, en Abril llovieron besos y Mayo no se olvida de tu nombre. Y en medio de Troya sólo había silencio porque la cama estaba hecha. Me pudieron los hoyuelos que se asoman cuando sonríes, la impaciencia que tanto odias y quererte de más por las noches.
Ya no hay orgullo que nos perdone, muerte que nos salve, ni nihilismo que nos explique. La verdad estaba de más y el sexo te echaba de menos. Ahora de lo único que tengo ganas, es de suicidarme, tirándome por el precipicio de tu cuello ¿ De qué sirve la vida si no es para perderla?
Ya no hay orgullo que nos perdone, muerte que nos salve, ni nihilismo que nos explique. La verdad estaba de más y el sexo te echaba de menos. Ahora de lo único que tengo ganas, es de suicidarme, tirándome por el precipicio de tu cuello ¿ De qué sirve la vida si no es para perderla?

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