Tienes cinco minutos para darme las noches y olvidarnos de las excusas un rato, que somos raras, ya lo sé, corazón, eso no es nada nuevo. Intenté engañar a tu razón pero desistí, entonces preferí empacharte a besos la hipófisis para que te quedases sin hambre o mejor dejarte con un poco para que me busques en la carne de otros huesos y no me encuentres y vuelvas.
Parecías tan diferente, así como nacida en Venus, semiextraterrestre, tres desviaciones típicas de la media, pero entonces me vi reflejada en tus miedos y creo que no hay nada que acojone más que ser capaces de compartir caricias y complejos. Pero lo vestíamos de orgullo por eso no nos les pasa a las tipas duras como nosotras. Yo presumía de grandes dotes dialécticas, hasta que me miraste a los ojos y se me quedaron los argumentos a la altura de las bragas y no hay razón que pueda competir con eso.
Tensamos la cuerda demasiado rápido y salimos corriendo en extremos opuestos porque yo, me di cuenta de que si pronunciabas tres veces más mi nombre, me iban a rebosar las trancas y tú… porque estabas demasiado a gusto.
Parecías tan diferente, así como nacida en Venus, semiextraterrestre, tres desviaciones típicas de la media, pero entonces me vi reflejada en tus miedos y creo que no hay nada que acojone más que ser capaces de compartir caricias y complejos. Pero lo vestíamos de orgullo por eso no nos les pasa a las tipas duras como nosotras. Yo presumía de grandes dotes dialécticas, hasta que me miraste a los ojos y se me quedaron los argumentos a la altura de las bragas y no hay razón que pueda competir con eso.
Tensamos la cuerda demasiado rápido y salimos corriendo en extremos opuestos porque yo, me di cuenta de que si pronunciabas tres veces más mi nombre, me iban a rebosar las trancas y tú… porque estabas demasiado a gusto.
Tú valentia te impedía quedarte
mi cobardia, luchar por ti.

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